La risografía es un proceso de impresión digital que parece un híbrido entre la serigrafía y la fotocopia. En el proceso se utiliza una máquina que es bastante similar a las fotocopiadoras pero que Riso, el fabricante, prefiere llamar duplicadoras.
Con la risografía, al igual que con la serigrafía, se pueden utilizar tintas de colores planos y conseguir nuevos colores mediante la superposición. También se imprime cada color por separado. Pero la diferencia es que, en lugar de pantallas, se usan unos rodillos de tinta llamados tambores, por donde pasa el papel. Estos tambores giratorios, a través de una plantilla microperforada, expulsan la tinta con el diseño a imprimir en el papel.
Como resultado, se obtienen unas imágenes llamativas y de gran calidad. Permite usar, además de las tintas convencionales, tintas flúor y metalizadas, lo que es una ventaja a la hora de hacer combinaciones de color. Además estas tintas se elaboran a partir de aceite de soja ó salvado de arroz, que generan menos residuos que otros procesos de impresión en los que se utilizan tintas derivadas del petróleo. Y hablando de cuidar el medio ambiente, a diferencia de las impresoras de tóner que trabajan en caliente para fijar la tinta, las duplicadoras trabajan en frío, de modo que gastan menos energía.
Como dije más arriba, las tintas de risografía utilizan una fórmula a base de aceites vegetales de soja (en los equipos más antiguos) ó salvado de arroz (en equipos más nuevos). Esto hace que sean más ecológicas y respetuosas con el medio ambiente que otro tipo de tintas, como las hechas a base en petróleo.
Los colores son limitados, y lo pongo en cursiva porque, aunque no exista un catálogo muy amplio de tintas, tienen la particularidad de que son traslúcidas. De esta manera, al imprimir unas tintas sobre otras se generan nuevos colores y efectos visuales. Por ejemplo, superponiendo un rojo y un azul puedes obtener un morado. Y también puedes jugar con la opacidad de ese rojo y ese azul para obtener un morado más rosado ó más azulado. También el orden en el que se imprima puede afectar al color final de la mezcla.
En comparación con la impresión láser o de chorro de tinta, en la risografía se produce una transferencia directa de la tinta sobre el papel. Esto hace que los colores obtenidos sean intensos y vibrantes.
Mención aparte merecen las tintas flúor y metalizadas. Porque sí, puedes hacer risografías con colores fluorescentes, dorados, plateados… Las tintas flúor tienen menos opacidad que las normales, a cambio, puedes obtener una imagen muy potente visualmente.